Realizado por Erika Medina
Hasta hace poco la mayoría de la gente no era consciente de la seguridad informática o no la consideraba importante. Eso era por lo general cierto salvo en algunas áreas especializadas –aplicaciones bancarias, aeroespaciales y militares- que dependen de computadoras y redes a las que no se puede ingresar ilegalmente y que no dejan de funcionar. Pero ahora los consumidores, las compañías y los gobiernos del mundo están reaccionando y dándose cuenta de la situación. ¿Por qué? La respuesta obvia parece ser que los ataques terroristas de 2001 en los Estados Unidos intensificaron la conciencia por la seguridad en todas sus formas, pero la razón más profunda es que un cambio cultural a largo plazo está en camino. La seguridad digital creció en importancia mientras que más y más aspectos empresariales y de la vida personal han empezado a depender de las computadoras. La informática en poco tiempo está en el medio de una transición de ser una herramienta opcional a un servicio público omnipresente, y la gente espera que los servicios públicos sean confiables. Una definición de servicio público, de hecho, dice que es un servicio tan confiable que la gente lo nota sólo cuando no funciona.
Uno de los requisitos para que la informática sea un servicio público es la seguridad adecuada. Es peligroso encomendar a una empresa información personal o incluso la vida a un sistema lleno de baches de seguridad. Como resultado, el problema de asegurar las computadoras y las redes, lo que solía sólo importarle a un puñado de administradores de sistemas, se ha vuelto lejos una preocupación más grande.
Hasta hace poco la mayoría de la gente no era consciente de la seguridad informática o no la consideraba importante. Eso era por lo general cierto salvo en algunas áreas especializadas –aplicaciones bancarias, aeroespaciales y militares- que dependen de computadoras y redes a las que no se puede ingresar ilegalmente y que no dejan de funcionar. Pero ahora los consumidores, las compañías y los gobiernos del mundo están reaccionando y dándose cuenta de la situación. ¿Por qué? La respuesta obvia parece ser que los ataques terroristas de 2001 en los Estados Unidos intensificaron la conciencia por la seguridad en todas sus formas, pero la razón más profunda es que un cambio cultural a largo plazo está en camino. La seguridad digital creció en importancia mientras que más y más aspectos empresariales y de la vida personal han empezado a depender de las computadoras. La informática en poco tiempo está en el medio de una transición de ser una herramienta opcional a un servicio público omnipresente, y la gente espera que los servicios públicos sean confiables. Una definición de servicio público, de hecho, dice que es un servicio tan confiable que la gente lo nota sólo cuando no funciona.
Uno de los requisitos para que la informática sea un servicio público es la seguridad adecuada. Es peligroso encomendar a una empresa información personal o incluso la vida a un sistema lleno de baches de seguridad. Como resultado, el problema de asegurar las computadoras y las redes, lo que solía sólo importarle a un puñado de administradores de sistemas, se ha vuelto lejos una preocupación más grande.